Entonces, un día, sucedió el gran cambio; nunca lo olvidaré, nunca. Se sentó con las piernas cruzadas en su cama, yo estaba sentado en el suelo en el hospital.

Trazó una línea y dijo bruscamente: “Mira. A este lado de la línea está todo lo que sabes, todas las cosas que has hecho, cada esfuerzo que has realizado, tus meditaciones”. Lo dijo otra vez: “Todo lo que has hecho en el pasado, causa, efecto, karma y sus consecuencias, nacimiento y muerte. En este otro lado de la línea está lo que buscas: no nacimiento, no muerte, lo que es atemporal, sin causa ni efecto, libre de causa y efecto. Y bajo ninguna circunstancia puede ser nunca, nunca el resultado de lo que está al otro lado de la línea … ”. Me miró: “ … porque entonces, Eso todavía estaría en el tiempo, habría nacimiento y muerte, causa y efecto. Y lo que tú buscas es el fin del nacimiento y la muerte “. ¡Boom!

Me penetró, literalmente, como una daga en el corazón. Lloré y me dejé llevar por el llanto; este es un punto importante. Ese comentario suyo cambió mi vida. Lo miré y le dije: “Oh Maestro, ¿qué me estás haciendo? Me estás destruyendo, me estás destruyendo “. Y Él dijo: “Eso es lo que se supone que debo hacer. Ese es mi trabajo.”

Murray enero 2020 en Tiru