Día de Guru Purnima

Día de Guru Purnima

Cuando vivía con Papaji, todavía tenía temas pendientes muy marcados con mi padre y, a veces, esperaba que Papa viniera a decirme lo buen chico que yo era. Creo que él sabía esto.

         Aquél era un día especial, el día del Guru Purnima cuando todos le regalan una guirnalda al Gurú. Formamos una larga cola, cada uno llevando la suya, y lentamente nos fuimos acercando a Papaji.

       El ritual consistía en entregarle la guirnalda a Papaji, te arrodillabas y  él tomaba la guirnalda, se la pasaba a un asistente y luego te miraba a los ojos un momento y te la devolvía. Era muy emocionante porque podías tener a Papaji solo para ti por unos segundos.

        A medida que me acercaba más y más me iba llenando de excitación por dentro pensando: “¡Oh! … esto es increíble”. Cuando llegó mi turno, le di la guirnalda, me arrodillé y Papaji se puso a mirar una mosca que había en el techo (risas). Me quedé hecho polvo, completamente destrozado … (risas). Me llevó varios días recuperarme.

       Un maestro como Papaji sabe exactamente lo que te pasa, conoce perfectamente cuáles son tus expectativas y no las va a cumplir. Había otros días en que, quizás, estaba yo de pie en algún rincón sintiéndome muy feliz, pasándolo bien, sin siquiera prestarle atención y, entonces, él caminaba entre la multitud, todo el mundo se apartaba y, de repente, ahí estaba, frente a mí.

      Esto es maravilloso. Muy doloroso y maravilloso. Si tienes un problema con la autoridad, cerca de un maestro es donde de verdad se agranda y estalla.

John David

 

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