Andrew Cohen en su entrevista en “Encuentros con personas notables”, habló sobre el tema de estabilizar o encarnar la nueva realidad una vez que se ha producido una fuerte apertura energética. De la facilidad con que las estructuras del ego pueden volver a cerrar esta apertura y, por lo tanto, de la necesidad de trabajar en estos fuertes patrones mentales internos. 

“Me di cuenta de que muchas personas estaban teniendo la misma experiencia que yo había tenido con Papaji. Excepto que el resultado final no era el mismo, porque yo me había estabilizado `en el otro lado´, pero la mayoría de mis estudiantes no lo conseguían. 

Tenían profundas experiencias de iluminación en las que se encendían como fuego y ardían durante semanas pero, pude ver, cuando llegué a conocerlos bien, que todavía actuaban desde el ego.

Todavía había orgullo, todavía había comportamiento inconsciente. Me pregunté por qué no sabían hacerlo mejor. En cierto momento, me di cuenta de que todos tienen que hacer su propio trabajo.Durante mucho tiempo traté de no darle a nadie ninguna práctica espiritual porque Papaji decía que uno siempre está ya `ahí´, ese es tu estado natural; la consciencia ya es perfectamente libre.          

Decía que creer que necesitas hacer algo en el tiempo para ir más allá del tiempo, es un concepto contraproducente porque, si ya eres libre, no hay adónde ir y no hay nada que hacer. Solo tienes que rendirte a esta Verdad incondicionalmente ahora mismo. 

Yo enseñaba esto pero me di cuenta de que, aunque la mayoría de la gente podía `pillarlo´ en un segundo, como sucedió con mucha gente a su alrededor, no podían mantenerlo; no podían permanecer allí. En cierto momento, me di por vencido y comencé a enseñar a la gente a la antigua manera.            

Les mostraba su propia naturaleza iluminada de la misma forma en que él me la mostró a mí, pero les dije que tendrían que trabajar para mantenerla. Entonces la gente comenzó a practicar meditación, a recitar mantras, nos metimos en todo tipo de prácticas espirituales.  

Debido a que se estaba formando una comunidad a mi alrededor, todos llegamos a conocernos muy bien. Todo el mundo empezó a ver sus egos, a ver los momentos en que la gente es libre y clara y los momentos en que la gente está perdida en el orgullo, el ego, el miedo y la ira.        

Así que empezaron a ver sus errores, sus propias sombras y se dieron cuenta de que era necesario hacer práctica espiritual. Tienes que practicar una meditación más profunda, practicar ser más consciente, practicar la transparencia.Por tanto, comenzamos a trabajar en la trascendencia del ego no solo como un estado de consciencia donde el Maestro nos da la experiencia directa de nuestro estado natural más allá del ego. Me di cuenta de que eso no era suficiente para la mayoría de la gente. Tuvieron que aprender a controlar sus egos mediante la práctica de la consciencia, de la intención, de una fuerza de voluntad más elevada e inspirada espiritualmente. Empezamos a trabajar en todo eso”.