Guerra y Paz

Habrá guerra hasta que encuentres la paz interior, que es tu naturaleza esencial.

La paz es tu naturaleza esencial y, por lo tanto, no hay nada que hacer para estar en paz. ¡Llegamos a este planeta con una paz inmensa, con una invitación a disfrutar, jugar y divertirse! Entonces, nuestros padres nos educan para que seamos adultos y, como no saben hacerlo mejor, nos condicionan a estar casi constantemente en guerra. Esta guerra se da dentro de cada uno de nosotros y la proyectamos afuera, en el mundo.

La paz es una profunda satisfacción por, sencillamente, estar aquí y ahora, en reposo, sin deseos de ir a otro lugar o de buscar otra experiencia mejor. Esto solo se puede conocer cuando descansas en la fuente, en tu ser.

La gran mayoría de la gente ni siquiera es consciente de su ser. En la vida cotidiana apenas se menciona. No puedes reconocerlo ya que no se le da ningún espacio. Las religiones organizadas nos mantienen divididos contra nosotros mismos, mientras nos dicen que debemos ser lo suficientemente buenos para recibir la bendición de Dios. Aquí estoy yo y allá afuera está Dios o los demás. Esta dualidad ha creado una profunda separación dentro de nosotros. Creemos que somos los pensamientos, recuerdos y sentimientos que constantemente crean un caos dentro de nuestra mente.

Como todos hemos tenido un condicionamiento similar, todos tenemos ideas y estructuras mentales similares. La estructura más arraigada es que “soy alguien separado que está haciendo su vida”. Por supuesto, todos los otros “alguien” creen esta misma falsedad básica. Cada uno de nosotros está también dividido contra sí mismo, en guerra, tratando de ser feliz buscando desesperadamente la paz y el amor en el exterior.

Pero la fuente de la verdadera paz, del amor y la felicidad solo se encuentra en el interior y es permanente. Intenta volver a ella y siempre llegarás al mismo sitio porque la fuente eres tú; el verdadero tú. Cuando indagas profundamente en la pregunta “¿quién soy yo?”, descubres que eres tan solo “ser”, pura consciencia. Si deseas generar auténtica paz en tu vida, necesitas descubrir primero quién eres.

Mientras crea que soy un organismo cuerpo-mente con ideas, juicios y deseos y crea que son reales y que juntos son ‘yo’, no podré conocer mi naturaleza esencial y no podré vivir mi vida desde mi ser, en paz. Como todos los demás viven una falsedad similar, es muy fácil que la guerra que se desarrolla dentro de nosotros se proyecte hacia afuera y que se produzca una guerra entre dos personas, dos países o dos ideologías religiosas.

Existen muchas técnicas que podemos utilizar para ayudar a controlar nuestra mente primero y luego alcanzar el silencio, la calma. Estas prácticas tradicionales se han transmitido durante cientos de años y ayudan a llevar la mente a un estado de paz. Pueden ser un apoyo en tu vida, pueden hacerla más manejable y más placentera, pero sigue siendo dualidad. Todavía hay alguien ahí que está haciendo esta meditación, alguien que está siendo consciente de la respiración.

Ramana Maharshi propuso algo que llamó “Indagación en el Ser”: se trata de indagar sobre la naturaleza del yo, sobre tu naturaleza esencial. La Indagación en el Ser, dijo, es el método más directo para conocer el Ser. ¿Cómo hacer esto? Él sugirió que sea lo que sea que estés haciendo, te tienes que preguntar “¿quién está haciendo esto?” y la respuesta será “yo”. Luego te preguntas: “¿quién soy yo?”. En realidad, no hay una respuesta a esta cuestión. Puedes encontrar algunas respuestas intelectuales pero no ayudan mucho. Sin embargo, el efecto de hacer esta pregunta es que atrae tu atención del exterior al interior, a la fuente.
Si continúas practicando esto, tu atención permanece adentro. Al principio, puedes hacerlo sentándote con los ojos cerrados y concentrando toda tu atención en la práctica. Pero, una vez que hayas dominado esta forma de mirar adentro, o más bien de indagar, a medida que pasa el día, sin importar lo que estés haciendo externamente, puedes usarlo para atraer tu atención a la fuente. La hipnosis, el apego a la historia exterior, cambia y permaneces por períodos más largos en la fuente. Realmente, no importa lo que hagas en el exterior porque todo el esfuerzo es llegar a la fuente. Esta es la manera de crear paz dentro de ti y, por tanto, de forma natural en el mundo.

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