Ramana Maharshi in ramanashram

Aham Sphurana

A Glimpse of Self Realisation

New Book about Sri Ramana Maharshi

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A Glimpse of Self Realisation

New Book about Sri Ramana Maharshi

“In my opinion, Aham Sphurana, a Glimpse of Self Realisation, will become a Treasure Trove of Wisdom to the Seekers of Truth in general, and particularly to the devotees of Bhagavan.”

Swami Hamsananda – Athithi Ashram, Tiruvannamalai

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La gracia del Gurú

Páginas 436-439

P.: Los términos Aham-sphurana [Self-realization] y Sahaja-asamprajnatha-samadhi [oneness with God] son sinónimos ¿Estoy en lo cierto? _
B.: No.


P.: ¿Por qué no?

B.: A veces, después de encender un fuego debajo de un cazo que contiene agua, solo queda un cazo vacío. Sin embargo, el espacio dentro de él siempre es susceptible de ser llenado de nuevo. Si se rompe en pedazos, se destruye y ya no se puede depositar nada en él.
Sphurana indica que el vaciado completo del contenido del cazo está a punto de terminar. Sphurana no implica simplemente una claridad en el estado de consciencia subjetivo sostenido sin esfuerzo y sin volición; también evoca una respuesta de lo Profundo; por lo tanto, podemos decir que abarca un aspecto trascendental; aun así, sigue siendo un estado de dualidad sutil.
La dualidad solo cesa cuando la mente ha sido destruida definitivamente. La inherencia continua e ininterrumpida en el sphurana es posible solo después de que el ego se haya rendido finalmente. Aquel que se encuentra en tal estado de ausencia de ego es el único idóneo para despertar en Jnana; tal persona sin ego no puede querer Jnana y tampoco puede querer ninguna otra cosa; por eso se dice que aquellos que quieren Jnana no la consiguen. Por lo tanto, cuando el Jnana finalmente surge, no supone ninguna diferencia para el sadhaka[practitioner]. Jnana solo brilla después de que el ego ha sido finalmente abandonado.


P.: El fuego debajo del cazo es la Gracia del Gurú. ¿Es así?

B.: Sí.


P.: El cazo es la mente. ¿No es así?

B.: Sí.


P.: El contenido del cazo son vrittis[structures] de la mente. ¿No he hecho una observación correcta
?
B.: Sí.


P.: ¿Se puede romper el cazo mientras su contenido está por hervir?
B.: Normalmente es imposible. No es seguro que sea forzada la destrucción repentinamente sobre la mente. La mente debe menguar y menguar y solo después de que se haya reducido a una mota infinitesimal incapaz de ofrecer ninguna resistencia, es finalmente destruida por el Ser. Un automóvil va a una gran velocidad. Si de repente se encuentra con un obstáculo grande y pesado al doblar una esquina, ¿qué ocurrirá?


P.: Todos los ocupantes del automóvil se matarán.
B.: ¿Y si el conductor hubiera frenado de forma lenta y constante durante una distancia previa y hubiera reducido la velocidad antes de encontrarse con el obstáculo?


P.: No les pasará nada.

B.: Lo mismo ocurre con la mente. Por incontables nacimientos tus hábitos mentales han sido amados por ti. No se rendirán sin luchar. La lucha implica dolor. El dolor es inevitable. Además, estos hábitos no desaparecerán de la noche a la mañana; no esperes que se desvanezcan de repente.
Necesitarás la paciencia del pájaro que, sin darse cuenta, puso sus huevos en pleno vuelo mientras volaba sobre el océano y luego, al no poder sumergirse en el agua hasta el fondo del océano, siguió batiendo furiosamente sus alas sobre la superficie de las olas con la esperanza de que un día el esfuerzo pudiera hacer que el océano se secara y liberara a sus crías.


P.: Es absurdo. ¿Cómo puede tener éxito el esfuerzo del pájaro?

B.: Decir: “Alcanzaré el Ser con la mente” es igual de ridículo.


P.: Pero entonces, ¿cómo voy a alcanzar Jnana? Al ver el noble y santo semblante de Bhagavân, también me siento inspirado para convertirme en un Jnani como él. ¿Es esa ambición inmoral?
B.: Si vas a obtener la Realización, debes estar preparado para renunciar irrevocablemente a todo lo que crees que tienes incluido tú mismo en primer lugar. Hasta la última cosa valiosa a tus ojos tendrá que ser entregada. Lo que se habla aquí no es un consejo para que te alejes físicamente de tu entorno. Lo que realmente importa es que la mente debe ser aislada y apartada de sus mundos familiares de percepciones sensoriales y laberintos fabricados por el intelecto y llevada al Corazón.


P.: ¿Cómo debo entonces cultivar el desapego hacia el mundo?.
B.: Lo que se necesita es el no-apego, no el desapego que no es más que el apego a la virtud percibida del no-apego o la aversión al vicio percibido del apego; ser no-apegado implica ser también no-desapegado. La ausencia de modificación de la mente es el único y genuino no-apego.


P.: Si renuncio a mi afición por las cosas del mundo, si renuncio mentalmente a todo lo que creo que poseo o aprecio, ¿se me concederá a cambio Jnana
?
B.: A cambio, puedes obtener Jnana o no : el asunto queda a la discreción de la misericordia del Poder Superior. Al renunciar a todo, debes renunciar también a tu ambición por Jnana. Así, esta cuestión tampoco podrá surgir.


P.: Estas son condiciones duras.

B.: Sí. Pero, ¿alguien te ha puesto un puñal en la garganta y te ha obligado a realizarte? El hecho real es que aquellos que se vuelven locos con el dolor del samsara, invariable e inevitablemente se Realizan. Cuando la existencia mundana se ha vuelto totalmente intolerable e incluso inconcebible, entonces la Realización no está lejos.
Si el samsara [illusion] sigue siendo aceptable o estimable para ti, ¿te será posible realizarte? Aquel que no reconoce la verdad evidente de que el samsara es una maldición, no una bendición, ¿puede realizarse? Hay quienes ven claramente la naturaleza evidentemente venenosa del samsara; la realización les llega en un instante.
Otros se dedican a debatir: “¿Me pregunto qué sadhana debo realizar para realizar el Ser? ¿Practicaré la técnica de Sri Ramana Bhagavan para realizarme o la técnica de Sri Aurobindo?” Y así sucesivamente.
Si te cae un trozo de carbón al rojo vivo en la mano, ¿tu primer instinto será dejarlo caer o reflexionar: “Ahora me pregunto si esto es carbón, turba o hulla…”? Sin embargo, los hombres se las arreglan para aferrarse tenazmente al samsara, ¿cómo? Porque el guante de avidya maya[illusion of ignorance] protege al hombre de todo el impacto del dolor.
Si sintiera el dolor en su impacto total y sin alivio, dejaría ir el dolor insoportable de inmediato y la Realidad se vería privada de su halagüeña fantasía, de Maya[illusion].
Como el dolor parece manejable a primera vista y alterna con los llamados placeres que, sin saberlo, son también de la naturaleza del hacer y, por lo tanto, solo dolor disfrazado, el hombre se engaña a sí mismo creyendo que al aferrarse al trozo de carbón incandescente, a lo que ha sido empujado a la fuerza, está cumpliendo con un desafío heroico y placentero llamado vida como recompensa por la cual va a obtener para sí la retribución que llama placer.
Así, el hombre del autocar de Clapham, aunque se imagine que tiene una vida acomodada, vive en el dolor todo el tiempo ignorando su verdadera naturaleza de Dicha Absoluta. Al hombre se le induce la creencia de que el samsara es de alguna manera “manejable”; por esta razón, nunca hace ningún esfuerzo para salir de él.
Cuando la Gracia del Gurú empieza a funcionar, el guante de la ignorancia comienza a romperse. Entonces ese afortunado que está destinado a la destrucción total en su vida actual, comienza a sufrir como nunca antes. Su antigua postura respecto al samsara trata de convencerle de que estas malas circunstancias son solo nubes pasajeras de mal tiempo y que pronto las cosas mejorán; pero no ningún signo de mejora aparece.
Mientras tanto, la rotura del guante se ha hecho más grande; su mano se retuerce con el ardor insoportable de lo que antes consideraba con benevolencia un “desafío”. Finalmente, justo cuando el guante se rasga, ve la inutilidad de ofrecer más resistencia y arroja con asco la brasa incandescente conocida como samsara.
Este es el secreto de cómo la Gracia del Gurú proporciona la Realización: él no la trae de ningún sitio; simplemente elimina los obstáculos acelerando la entrega absoluta del devoto. Incluso antes del nacimiento actual, el benévolo y compasivo Sadhguru lleva a cabo una astuta selección del karma del devoto para lograr en esa misma vida la Liberación de ese inocente ingenuo que ha depositado toda su confianza en Él.
La meta es hacer que entregue el corazón y el alma, la mente y el cuerpo a Sus pies; así, a fuerza de bombardear despiadada y brutalmente su vida con desgracias y solo desgracias, lo lleva a Sus pies absolutamente, inculcando en él una fuerte aversión y repugnancia por el samsara. El Sadhguru se toma la libertad de adoptar este enfoque radical solo en el caso de aquellos devotos que han puesto completamente sus vidas en sus manos.
A los demás, les dice cortésmente: “Por favor, seguid con vuestro sadhana [practice],” y después permanece en silencio. Sabed que si el Sadhguru ha decidido conceder la Liberación a un devoto, incluso Brahma es impotente para plantear cualquier objeción. Por lo tanto, la única manera infalible de obtener la Liberación es ganar la gracia del Sadhguru.


Q.: [shedding emotional tears] Sí, ahora estoy preparado para renunciar completamente al samsara. Por favor, haz conmigo lo que quieras. Por favor, introduce la desgracia en mi vida si es necesario. No me sentiré contrariado.
Quiero realizarme como sea en esta misma vida. Estoy dispuesto a pagar cualquier precio. Que todo lo que he considerado mío sea quemado y reducido a cenizas. Déjame morir como un leproso.
¡Pero, ¡oh! te lo ruego, permíteme obtener la Realización en esta vida!

El asistente de Bhagavân le dio de beber un poco de agua y pronto se calmó.

Bhagavân sonrió pero no dijo nada.

Editado por John David, Oct. 2021

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